Salir a tomar un café a nuestro sitio de confianza y pagar 1€ ya forma parte del pasado. Se ha convertido en un simple recuerdo. Desde hace meses, los precios han subido como la espuma. Pero, ¿a qué se debe esta tensa situación en el mercado del café?
Factores que alzan los precios
No podemos hablar de una única causa que provoca esta clara inestabilidad en el mercado cafetero.
Son varios los factores que merecen ser comentados de manera detallada:
El transporte y la crisis del Mar Rojo
Con el inicio de la Guerra de Gaza a finales del 2023, el ataque y secuestro de los barcos cargueros en la zona del Mar Rojo ha sido constante por parte de los grupos rebeldes. Esto ha dado lugar a evidentes dificultades en el transporte marítimo, afectando de manera directa al comercio del café.
A su vez, prescindir de dicho transporte marítimo no es una opción, ya que es considerada como la vía más rentable económicamente y con mayor capacidad, teniendo en cuenta las largas distancias para traer el café desde Asia a Europa.
Solo los movimientos geopolíticos en la zona de Oriente Medio determinarán que el transporte marítimo en dicha región se recupere de manera progresiva.
Ante esta situación, diversas navieras han optado por anunciar el veto temporal al paso de sus barcos a través del corredor marítimo del Canal de Suez, el cual conecta Asia y Europa. En su lugar, optan por desviar dichos barcos hacia otras rutas que suponen un aumento de los kilómetros a recorrer, como es el caso de la ruta del Cabo de Buena Esperanza. Esta ruta rodea Sudáfrica, y supone un mínimo de 6.500 km más de recorrido, reflejados en viajes de alrededor de 14 a 21 días.
Estos cambios en la derivación de las rutas marítimas no solo afecta a los cafés de procedencia asiática, también posee consecuencias negativas en aquellos de origen africano, cuyas escalas intermedias han dado lugar a tiempos de tránsito de más de tres meses para llegar a Europa.
¿Cómo afecta esto a los tostadores de café?
Las complicaciones logísticas actuales en el transporte de café desde el sudeste asiático se reflejan de manera significativa retrasando o dificultando las entregas de la materia prima. Consecuencia que afecta directamente en la cadena de producción de numerosos tostaderos de café. A su vez, el aumento de tiempos de navegación lleva consigo el alza de consumo de combustible, además de las tarifas portuarias extras.
Todo esto, junto a determinadas decisiones político-legales, afecta a las decisiones de compra y a la evolución de los precios en el mercado del café.
Inestabilidad en los países productores
Algunos de los países líderes a nivel mundial en producción de café, como lo es Vietnam, sufren importantes problemas climatológicos que mantienen en tensión al mercado cafetero.
Vietnam produce ni más ni menos que el 70% de café robusta que se consume, convirtiéndose en un país imprescindible en la cadena de suministro de cualquier tostador.
Las altas temperaturas y las sequías a causa del cambio climático dan lugar a un impacto negativo en la producción de café. Sin embargo, la industria caficultora vietnamita lleva años invirtiendo en el desarrollo de nuevas variedades para hacerlas más resistentes, capaces de ofrecer un mayor rendimiento y lograr ser afectadas en menor medida por los factores climáticos.
Una menor producción de café robusta en este país, supone importantes consecuencias en el mercado del café tanto a nivel económico como de stock.
Además, a esto hay que sumarle el aumento de la demanda debido a la caída de la producción. Aunque por otro lado, expertos del sector de NKG Coprocafé afirman que la situación no es tan extrema como lo fue el año pasado pero que, en caso de haber cosecha sin vender en manos de exportadores locales con buena liquidez, la bajada de diferenciales puede ser complicada.
A pesar de la situación, los expertos confían en la próxima cosecha y coinciden en que el futuro de las grandes cantidades de café robusta no corren peligro, consiguiendo mantener precios firmes al menos en el corto y medio plazo. Esto nos tranquiliza como tostador, ya que el café robusta de Vietnam es clave en nuestra cadena de suministro.
Por otro lado, también se plantea el relevo de café robusta de Vietnam por los de procedencia brasileña en el medio plazo, debido a su competitividad y alta productividad. Aunque expertos del equipo antes mencionado, NKG Coprocafé, no lo tienen tan claro puesto que advierten de que este café posee un perfil distinto al café de Vietnam y requeriría una gran adaptación al tueste, además de las exigentes regulaciones europeas fundamentales en la cadena de suministro.
A su vez, Brasil tampoco se escapa del cambio climático, sufriendo constantes cambios de temperatura y con ello, heladas. Este problema obliga a las grandes fincas a moverse hacia el norte del país con el objetivo de evitar pérdidas de cultivo por las bajas temperaturas.
¿Hacia dónde nos dirigimos?
El déficit de robusta, el aumento de la demanda y los problemas en el Mar Rojo no prevén un futuro sencillo en el sector cafetero.
Además, el próximo 30 de diciembre de 2024 entrará en vigor la regulación EUDR de productos libres de deforestación con la incertidumbre de qué consecuencias supondrá en el mercado una vez que empiece a aplicarse. Lo que sí se sabe es que la garantía del correcto cumplimiento de la normativa se verá reflejado en el precio final.
En Cafés Gladiador confiamos en que la próxima cosecha sea sobresaliente, los asuntos geopolíticos lleguen a acuerdos positivos y encontremos un punto medio para que tanto proveedores como clientes podamos seguir aportando calidad al mercado cafetero.